El amor, más que sentimiento... Arte

Balzac decía que el amor no es sólo un sentimiento. Es también un arte.

Partiendo de la frase citada de Honore de ese gran novelista francés del Siglo XIX y dando seguimiento a los beneficios que ofrece hacer el amor en materia de salud del artículo anterior, comparto con ustedes un fragmento del libro. El Otoño del Patriarca de Gabriel García Márquez:

"...me esperaba sentado en el heno con una bolsa de cosas de comer, enjugaba con pan mis primeras salsas de adolescente, me metía las cosas por allá antes de comérselas, me las daba a comer. Me metía los cabos de espárragos para comérselos marinados con la salmuera de mis humores íntimos, sabrosona, me decía, sabes a puerto, soñaba con comerse mis riñones hervidos en sus propios caldos amoniacales, con la sal de piedra, pimiento picante y hojas de laurel y me dejaba hervir lento en las malvas incandescentes de los atardeceres efímeros de nuestros amores sin porvenir. Me comía de pies a cabeza con unas ansias y una generosidad de viejo que nunca más volví a encontrar en tantos hombres apresurados y mezquinos que trataron de amarme sin conseguirlo en el resto de mi vida sin él..."

... Sin dudas, otras de las bondades de hacer el amor es cuando crea una alianza con los alimentos dejando que todos los sentidos sean parte del acto, creando huellas que marcan diferencias y que permiten identificar a un buen amante. Las características de este las distinguiras cuando nos trata sin apuro, despacio y suavemente, es decir, un bocado lento y suave que nos deja apreciar la forma y sentir los movimientos, como si estuviéramos degustando un buen vino y disfrutando de su color, olor y forma.

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