Sobre el ajo...
El ajo, desde que tengo uso de razón, no ha faltado en la mesa de mi casa. Siendo muy pequeña, cuando sentía un pedacito de ajo en mi boca dejaba de comer inmediatamente, sin importarme los pleitos de mi mamá y sin dejarme engañar por ella cuando me decía que era una papita. La sensación del ajo en mi boca era muy desagradable. Cuando me casé el ajo comenzó a formar parte de mi vida culinaria dentro del hogar, mi esposo me enseñó a cocinar usándolo como elemento aliado y hoy no puedo dejar de reconocer que su gusto es muy placentero y no falta en mi comida. Desde la antigüedad se le ha conferido al ajo virtudes medicinales, afrodisíacas y mágicas, es quizás el remedio natural con mayores propiedades efectivas y uno de los más comentados en ambientes sociales y de salud. Del ajo se dice que incrementa las defensas del organismo, mejora nuestra respuesta a bacterias y virus, que si le damos ...