Realidad Inmediata
Tenía 35 años cuando me vi por primera vez de manera real frente a un espejo. Me llamó la atención, estando frente a él que mi cuerpo y mi actitud ante la vida iban al unísono, maduraban los dos. Mi cuerpo manifestaba los cambios normales de la edad, pero no fue hasta entonces que tomé consciencia del hecho. Mi actitud frente a la vida era de total cambio; divorciada, con dos hijas y dispuesta a realizar un cambio radical. ¡Una mudanza que me llevaría de vuelta a mi lugar de origen! Ya han pasado muchos años desde ese día y llego a la conclusión de que esos cambios eran el anuncio de mi realidad inmediata y que no tenía nada que ver con mi condición de mujer profesional o madre… pero que de una forma u otra podía afectar o beneficiar mi rol en la vida… Hablo de los años. Hablar de la edad mortifica, evadir el tema resultaría más fácil y quitarnos los años mucho mejor. Y es, que pensar que estamos envejeciendo nos hace sentir; temor, s...