Relajada y en movimiento…

 
 
 

 

 
 
Hubo un momento en mi vida en que sentí mucho stress, al punto de pensar que moría de dolor. Cuando se sufre una quiebra, estamos perdiendo y perder siempre duele, con el perder se va el esfuerzo, el sacrifico, el trabajo y se van ¨ muchos amigos¨ …

Hubo otro momento, al inicio de ese mismo hoyo económico, en que una señora se me acercó a preguntarme sobre mi amistad con su marido.. fue una impresión muy fuerte y humillante … lo tomé con calma y filosofía y no permití que mis instintos primarios actuaran, la cordura me permitió respetar el dolor de una mujer que busca respuestas en la calle y no en su casa…. ahora bien, los hechos me enseñaron dos cosas, la primera; hay que tener fortaleza en momentos desafortunados y la segunda; que dos problemas juntos causan el mismo dolor y el mismo stress que uno solo.

Se podrán imaginar que el pesimismo, la sensación de fracaso y la falta de concentración eran el trío perfecto que me acompañaba en ambas situaciones. Y yo, que hice? inicialmente busque mis culpables favoritos, en mi caso tenía dos: Hipólito era uno y el ¨hembrismo¨ sin razón de una mujer el otro…. Pero los descarté a ambos, ellos no me concernían… los problemas eran míos y la solución en mis manos. Determinado eso, me active, tome iniciativas, apelé a mi creatividad y me puse en producción de ideas, que tan solo sirvieron para hacerme retomar el camino del positivismo que nunca debí perder.

Fui creando un estado de consciencia tal, que mis pensamientos, emociones y sensaciones se organizaban entre sí, proporcionándome un efecto de alegría, de satisfacción y de energía. Hoy, eso se traduce en estudios, en comunicación y por supuesto en trabajo, me siento relajada y en movimiento, esperando afrontar los nuevos problemas con creatividad, para poder disfrutar sin miedo mis momentos felices.

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