Depresión en tiempo de crisis
Vivir la crisis social, económica y política de nuestro país, no es fácil para una mujer, sobre todo si pasa de los cuarentas, es soltera y tiene hijos.
La inseguridad crece en nosotras como la prima, dejando nuestros sentimientos tan disminuidos como el peso y sin la esperanza de recuperación inmediata.
Nuestros hijos no entienden de crisis, como los partidos solo buscan soluciones de momento que les beneficien y nosotras nos cansamos de fingir y de aparentar que no pasa nada, buscando soluciones que nos dignifiquen ante ellos, nos convertimos en total demagogia.
El trabajo no existe, llevar currículo a las empresas es aplicarnos la ley de fuga y pensar en la libre empresa, es una ilusión.
Los amigos se convierten en los curas de la iglesia, escuchan nuestras quejas, se hacen cómplices de nuestro llanto y si alguno aparte de prestar el oído osa en opinar cosas que no queremos escuchar los desterramos como a Rogelio. Otros son divisionistas inventan, calumnian, se hacen victimas o buscan ventajas con ridículas prebendas.
Los amantes se convierten en entes taciturnos, no opinan, se convierten en pueblos con hambre y sin voluntad, les vamos cogiendo odio, los vemos disminuidos, culpables de nuestra situación; como partidos políticos sin esperanza de ganar el torneo electoral y protestamos, peleamos y finalmente negociamos…
Los que no sufren la crisis o no les afecta, se convierten en los críticos y sepultureros de mega divas, olvidándose de que forman parte del caos.
Para ser mujer soltera en este país, hay que tener la fortaleza y la determinación de tomar posición y convencernos a nosotras mismas que PRIMERO LA GENTE es una falsa, y que para que LLEGUE EL PROGRESO debemos saber que queremos para lograr vencer la depresión en tiempo de crisis.
14 de octubre 2005
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