Miles de preguntas...


 

 
 
La inseguridad cuando amamos siempre está latente, no nos cansamos nunca de hacer miles de preguntas a nuestro compañero, a ese ser que amamos: En que piensas? buscando siempre que nos digan, pienso en ti mi amor, nosotras seríamos felices, no nos daríamos por nadie... Piensas en mí? Esperando un EN TI, pero Dios mío!! Si nos dicen que no, que el motivo del pensamiento es un problema, un amigo, etc., etc., el pleito o la cara de desilusión es seguro... Y si nos dicen EN TI, gran punto de partida, que muchas veces no tiene final, ya que es la gran partida a otras preguntas; que pensabas? Y porque piensas eso? Porque no me lo habías dicho? Tú no tienes confianza en mí? Y?…Y?…

Bueno y cuando las preguntas recaen en el campo de la intimidad, ahí es que nosotras somos grande... Mi vida te gusto? Mi amor te sentiste bien? Porque no hablas? Ya tú no quieres estar conmigo, verdad? , preguntas que abortan el momento, o los próximos encuentros y que le restan magia y profundidad a la relación…

Es por ello que cada día hago un ejercicio muy particular que consiste en una especie de cirugía cerebral frente al espejo, consiste en:

1.- No hago preguntas inútiles que me restan a mí como mujer y matan el encanto de mi relación.

2.- No me preocupo por fantasmas que yo misma creo.

3.- Me miro al espejo y me digo "estoy bien" , "lo amo y lo lleno plenamente".

4.- Me hago a mi misma todas las preguntas estúpidas que quisiera formularle a él.

5.- Cada día le demuestro amor y admiración y finalmente como parte de ese ejercicio diario me propongo comprenderlo mas y buscar esos puntos que lo hacen el ser especial del que me he enamorado y sobre esa base, edifico un día extraordinario, una cita sin desperdicios.




21 de 0ctubre 2005

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